¿Existe un número ideal de especialistas para organizar un área dedicada a la gestión de personas? Una métrica frecuentemente utilizada para responder esta pregunta ha sido la relación entre las personas que trabajan en el área de gestión de personas con el total de la dotación.
Esta métrica, conocida la ratio RH-empleados proporciona una medida de la eficiencia de la gestión de personas; un índice alto señala que relativamente hay muchas personas de Recursos Humanos en la organización y revelar una menor eficiencia en la prestación de los servicios de gestión de personas. Como referencia general se habla de una 1 persona de RH para cada 100 personas. Todo esto, en jornadas completas comparables.
Sin embargo, ese número está lejos de ser una regla exacta. Existen diferentes factores que pueden afectar que una organización tenga un ratio más alto o bajo. Por ejemplo, el uso de tecnología para digitalizar procesos y brindar plataformas de autoservicio puede aumentar la eficiencia y reducir el número necesario de personas para proporcionar los servicios del área de personas. La presencia de segmentos de trabajadores con requerimientos muy distintos también pueden influir (presencia en rubros o sectores muy variados, convenios colectivos, etc.)
Diferentes estudios han mostrado que ratio RH-empleados disminuye a medida que la dotación aumenta; es decir, que a medida que las organizaciones crecen en tamaño aumentan la eficiencia de la gestión de personas y pueden tener una menor cantidad de especialistas de recursos humanos en proporción a la dotación. También se ha encontrado que la variabilidad del indicador es mayor en las empresas de tamaño pequeño.
Hay evidencia que indica que la diferencia entre empresas grandes y pequeñas ha aumentado; según los datos de la SHRM, en cerca de 17 años, la cantidad proporcional de personas dedicadas a Recursos Humanos ha disminuido fuertemente en las empresas de más de 5000 personas; pasando de 0,4 a 0,1 especialistas por cada 100 empleados. En menor medida, las organizaciones con más de 500 personas también han bajado el indicador, mientras que las empresas medianas y pequeñas se han mantenido en los niveles de 2005.
El acceso a tecnología, la posibilidad de incorporar especialistas en procesos como selección o entrenamiento, la formalización de procedimientos y la disponibilidad de más datos para tomar mejores decisiones muy probablemente está acelerando la diferencia entre grandes y pequeños.
